El universo musical de Ozric Tentacles es único, extenso y sorprendente. De su vasto legado, no pasa desapercibida la cantidad de proyectos (paralelos o derivados) de la familia de bandas que ha existido en torno a este grupo. Algunos destacan por visionarios y adelantados a su época; otros directamente por su calidad.
Cualquier oyente de los Ozrics que se precie, ha de tener un cariño especial al difunto Roly Wynne y su increíble capacidad para las líneas de bajo hipnóticas, embriagadoras y de un dinamismo sin igual, aun cuando el tempo se salga de lo humanamente escuchable o la retaguardia esté saturada de intensidad de sintetizadores y profundo frenesí de guitarra. Aunque Roly abandonó la banda en 1992, y no grabó más con ella hasta su triste suicidio en 2001, es poco conocido que reunió a varios músicos del entorno Ozric (el batería Rad, el guitarrista Alex Pym y Seaweed a los sintes), junto con una tal Kate que se unió a las voces, y formó un grupo dedicado a la improvisación psicodélica... lo cual, hablando de quien hablamos, promete mucha calidad. Nace así un proyecto de corta existencia basado en la jam, llamado Pyramids on Mars.
Realmente no sé si la agrupación se llamó así originalmente. El material que tenemos, nada menos que un doble CD con dos horas de música, ha visto la luz gracias a Seaweed en 2005, unos diez años después de que se grabase. El caso es que esta rareza derrocha calidad por los cinco costados. Partiendo de un sonido totalmente Ozric (altamente psicodélico, con ramalazos de reggae, tempos intrincados, escalas orientales), pasa por éste un filtro de libertad dotándolo de una espontaneidad especial. Nada de material escrito o ensayado: tan sólo improvisación en el estudio, la magia del momento. Esto supone puntuales escapadas a terrenos curiosos, como riffs thrashmetaleros...
La ejecución, aun con sus gambas, se puede calificar de excelente. La base rítmica es cuanto menos prominente, observándose una genial compenetración entre Rad y Roly y un gran protagonismo en la mezcla, además de la notable capacidad para dirigir las improvisaciones. Éstas, aunque de duración variable, tiran más bien a lo alto, con varios minutajes sobre el cuarto de hora. La labor colorida y sinestésica corresponde, naturalmente, a Alex y Seaweed, junto con ocasionales arremetidas vocales en clave de eco espacial por parte de Kate. Alex muestra un estilo claramente influido por el de Ed Wynne (demasiado, incluso, pues pocos recursos escapan a los ya implementados por Ed), muy dinámico y técnico, con un timbre fino muy versátil y abundantes chorros de efectos directos al cerebro. Improvisación constante en forma de solo, con escasos momentos de riff o de acento en los acordes. Seaweed por su parte pone clara su seña de identidad: un mundo de imágenes palpitantes y llenas de color cuando toma la iniciativa, y un gran repertorio de detalles ambientales y celestiales cuando queda en segundo plano, enriqueciendo enormemente la ya de por sí prodigiosa mezcla.
Sin duda, una gran delicia para los fanáticos de Ozric Tentacles, pero también me atrevería a decir que es un material goloso para aquéllos que no han terminado de aficionarse a éstos por su extremada precisión y detallismo en el estudio. Hasta donde sé, las únicas copias que se han editado han sido vendidas directamente por Seaweed u otros particulares, así que me voy a limitar a dejar el enlace al disco, que a mí como a tantos otros nos ha costado tanto encontrar.
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